Discernimiento Espiritual Para Vencer El Mal
Una Predicación del Pastor Carlos Ospinal
Congregación La Gran Comisión - Hanover Park, Illinois - Predicado el 25 de mayo de 2025
Texto Base: Efesios 6:10-18
La Realidad de la Guerra Espiritual
El Pastor Carlos Ospinal abrió su mensaje con una verdad fundamental que muchos cristianos prefieren ignorar: vivimos en medio de una guerra espiritual constante. No se trata de supersticiones o imaginaciones, sino de una realidad bíblica que afecta nuestro día a día de maneras que a menudo no percibimos.
Como continuación de su predicación anterior sobre David y Goliat (1 Samuel 17:45), donde enfatizó la importancia de la preparación para la victoria, el Pastor Ospinal llevó a la congregación un paso más allá: ¿cómo nos preparamos para las batallas espirituales diarias?
El Testimonio Personal: Cuando la Teoría se Vuelve Realidad
En un momento de vulnerabilidad y autenticidad, el pastor compartió su experiencia personal de la semana anterior, demostrando que lo que iba a predicar no era mera teoría, sino "realidad vivida en carne propia."
Inmediatamente después de predicar sobre la preparación para la victoria, el Pastor Ospinal enfrentó una serie de ataques que él identificó claramente como espirituales:
  • Domingo: Una baja de presión tan severa que casi lo desmaya, requiriendo atención médica de emergencia
  • Martes: Un ataque de tos violento que le recordó una alergia que había padecido por dos años y que Dios le había revelado en sueños como "opresión demoníaca"
  • Jueves: Presión arterial peligrosamente alta (190/100) que no respondía a medicamentos
  • Viernes: Un error médico que pudo haberle costado la vida con una sobredosis de antibióticos
Lo más significativo de este testimonio no fueron los ataques en sí, sino la respuesta del pastor: identificó inmediatamente la naturaleza espiritual de los ataques y movilizó a su congregación en oración intercesora. El resultado fue una victoria clara y rápida sobre las fuerzas espirituales que lo atacaban.
Tema Central: La Armadura de Dios
I. Llamado a Fortalecernos en el Señor (Versículo 10)
"Por lo demás, fortalézcanse en el Señor, y en el poder de su fuerza."
El pastor enfatizó que nuestra fortaleza espiritual no proviene de nosotros mismos, sino del Señor. Esta no es una batalla que podemos ganar con:
  • Nuestras emociones
  • Nuestra sabiduría humana
  • Nuestras habilidades naturales
Aplicación práctica: El Pastor Ospinal ilustró este principio con su propia experiencia, mostrando cómo inmediatamente pidió oración a su esposa, su hijo, la junta de la iglesia y el grupo de varones. Reconoció que "aunque soy pastor, también soy un ser necesitado de otros en oración."
II. La Necesidad de la Armadura de Dios (Versículos 11-13)
"Vístanse de toda la armadura de Dios, para que puedan hacer frente a las intrigas del diablo"
Pablo utiliza la ilustración de un soldado romano porque la vida cristiana es una guerra. El pastor destacó dos puntos cruciales:
  1. Debemos vestirnos, no solo saber que la armadura existe
  1. No luchamos contra carne y sangre - la batalla no es contra personas, circunstancias o situaciones visibles, sino contra "potestades espirituales de maldad"
Revelación clave: El enemigo opera en lo oculto, por eso necesitamos discernimiento espiritual para no luchar contra lo equivocado y perder la batalla real.
III. Las Seis Piezas de la Armadura Espiritual (Versículos 14-17)
El Cinturón de la Verdad (v.14a)
Como el cinturón era la pieza central que sostenía toda la armadura romana, la verdad es fundamental para todo lo demás. Sin verdad:
  • No hay claridad
  • Somos vulnerables al engaño
  • Perdemos estabilidad espiritual
La Coraza de Justicia (v.14b)
La coraza protegía el corazón y los órganos vitales. Espiritualmente representa:
  • La justicia de Cristo sobre nosotros (2 Corintios 5:21)
  • Vivir en obediencia y rectitud
El Calzado del Evangelio de la Paz (v.15)
Las sandalias militares romanas tenían clavos para dar estabilidad. Espiritualmente significa:
  • Estar firmes en la paz con Dios
  • Estar listos para compartir el evangelio
  • Mantener el enfoque: estamos en guerra con un mensaje de reconciliación
El Escudo de la Fe (v.16)
El escudo romano podía cubrir todo el cuerpo y apagar flechas incendiarias. La fe nos permite:
  • Apagar dardos de duda, condenación, miedo y confusión
  • Ver lo invisible (discernimiento espiritual)
  • Confiar activamente en Dios aunque el entorno diga lo contrario
El Casco de la Salvación (v.17a)
Protege la mente, uno de los campos más atacados en la batalla espiritual. Incluye:
  • Certeza de nuestra salvación por gracia
  • Renovación de la mente con la Palabra
  • Resistencia a pensamientos que no vienen de Dios
La Espada del Espíritu (v.17b)
La única arma ofensiva: la Palabra de Dios viva y eficaz. Su uso incluye:
  • Memorizar, meditar y declarar la Escritura
  • Responder con la Palabra como hizo Jesús: "Escrito está..."
  • Usar la Palabra en oración y guerra espiritual
"El enemigo no teme tus emociones, pero sí tiembla ante la Palabra proclamada con fe."
IV. Oración Constante: El Combustible del Discernimiento (Versículo 18)
"orando en todo tiempo en el Espíritu con toda oración y ruego"
La oración no es parte de la armadura, pero sin ella, ninguna pieza funciona. La oración:
  • Activa y mantiene la armadura
  • Nos mantiene alertas y vigilantes
  • Debe ser constante, no solo en crisis
  • Debe ser guiada por el Espíritu
Conclusión:
Vestirse de Cristo
El Pastor Ospinal concluyó con una verdad poderosa: "Vestirte con la armadura de Dios es vestirte con Cristo." Cada parte de la armadura representa algo que ya tenemos en Cristo, pero debemos activarlo, mantenerlo y vivirlo.
Principios Clave de la Victoria:
En la batalla espiritual, no gana el más fuerte, sino el mejor vestido
No podemos pelear con estrategias humanas
Necesitamos despertar a la realidad espiritual que nos rodea
El enemigo opera de manera invisible, pero no invencible
Pasos de Acción
Para el Creyente Individual:
1
Autoexamen espiritual diario:
  • ¿Estoy caminando en la verdad?
  • ¿Hay áreas donde estoy tolerando el pecado?
  • ¿Estoy dependiendo de mis fuerzas o del poder de Dios?
2
Vestirse conscientemente cada día:
  • Comenzar cada día poniéndose "la armadura de Dios"
  • Declarar cada pieza de la armadura en oración
  • Pedir discernimiento espiritual para identificar ataques
3
Desarrollar vida de oración constante:
  • No solo orar en crisis
  • Orar guiado por el Espíritu Santo
  • Buscar oración intercesora de hermanos de confianza
4
Memorizar y meditar en la Palabra:
  • Tener "espada" lista para usar
  • Responder a ataques con "Escrito está..."
  • Renovar la mente constantemente
Para la Congregación:
Desarrollar ministerio de intercesión:
  • Crear grupos de oración enfocados en guerra espiritual
  • Entrenar a los miembros en discernimiento espiritual
  • Establecer cadenas de oración para crisis
Enseñanza continua sobre guerra espiritual:
  • No ignorar esta realidad bíblica
  • Equipar a los santos para la batalla
  • Compartir testimonios de victoria
Comunidad de apoyo:
  • Crear ambiente donde los miembros puedan pedir oración sin vergüenza
  • Desarrollar relaciones de confianza para intercesión
  • Recordar que "la Iglesia tiene poder" (Mateo 16:18)
Declaración de Fe:
Como cierre práctico, el pastor invitó a la congregación a declarar juntos:
“Ninguna arma fabricada contra mí prosperará. Soy heredero de la victoria. ¡Estoy vestido con la armadura de Dios y no seré derrotado! En el nombre de Jesucristo, ¡amén!” (basado en Isaías 54:17)
Reflexión Final
Esta predicación del Pastor Carlos Ospinal no fue solo un mensaje teológico, sino un testimonio viviente de cómo el discernimiento espiritual puede marcar la diferencia entre la derrota y la victoria. Su transparencia al compartir sus propias batallas, combinada con la enseñanza bíblica sólida, proporcionó a la congregación herramientas prácticas para enfrentar sus propias guerras espirituales.
El mensaje central es claro: estamos en una guerra, pero no estamos desarmados. Dios nos ha provisto todo lo necesario para permanecer firmes y salir victoriosos. La clave está en reconocer la naturaleza espiritual de nuestras batallas y vestirnos conscientemente con la armadura que Él nos ha dado.
"No prosperará ninguna arma que sea fabricada contra ti" - Isaías 54:17